Ingravidez


«Pero sé que tú y yo correremos
[...] Si hace falta volaremos
Porque somos dos cometas»

Hay personas verano.
De esas que siempre están con el sol en la cara, la sonrisa asomando y parecen no cansarse nunca.  De esas que por mucho sol que requiera el momento a veces necesitan lluvia, una vez al mes o incluso más.
¿Me entiendes? Ese día en el que no sabes cómo ni por qué sientes que necesitas mojarte, desahogarte y por mucho que el sol quiera asomar entre tus nubes…ese día no le toca.
Las que no buscan ser iguales, quieren ser distintas y no les importa que venga con un “rara”, porque a veces lo raro es lo mejor. Las que abren las puertas y te dejan conocer todo porque así son, creen que eres digno.
Chicxs verano, desaliñados, con sus propios colores, aunque no combinen. Con sus propios planes aunque no gusten, con sus manías… ¿quieres este -número de- asiento? No, no me gusta ese número.
Hay tantos veranos y ninguno igual…que a veces nos equivocamos y pensamos que es el nuestro cuando en realidad ni siquiera ha llegado.
«Somos estrellas ardiendo en la noche
Ni siquiera los astrónomos sabían darnos nombre»


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